Activemos la memoria. Sin animo de adjudicar intenciones a las actuales autoridades, que seguramente no anidan en su espíritu, la situación aquí planteada nos retrotrae a acontecimientos ya experimentados, nos brinda elementos para construir una analogía que sinceramente no desearíamos exponer; sin embargo la similitud objetiva de ciertas circunstancias nos conduce inexorablemente hacia ello.
Tres décadas atrás, el Intendente designado por el proceso militar en la entonces MCBA, decretaba la cesantía de miles de trabajadores sospechados de desarrollar actividades subversivas. Esto aconteció en la última dictadura y no se limito, exclusivamente al ámbito de la municipalidad Porteña.
Guardamos un doloroso recuerdo de esa época, cuya violencia moral y física lacero el espíritu nacional, abriendo heridas que aun no han sido restañadas.
Hoy, los funcionarios del gobierno local, despiden a miles de trabajadores SOSPECHADOS…….¡ de que…..? de no trabajar……? de ser ineficientes…..? de no tener antigüedad…..?
En rigor de verdad no han ofrecido ninguna explicación medianamente aceptable que permita entender los fundamentos de la actitud asumida.
El discurso que articulan apela ambiguamente a razones poco creíbles, que en nada se compadecen con la gravedad del temperamento adoptado. Se sorprenden ante el hecho de que nuestro gremio proteja a trabajadores que no están afiliados, en una muestra palpable de desprecio o desconocimiento de los principios de solidaridad laboral y de la naturaleza de las organizaciones obreras.
Al tiempo que despiden afirman que van a incorporar personal capacitado…capacitado en que?....¿conocen el nivel de capacitación de los empleados municipales…¿Están informados sobre la estructura de formación, capacitación y perfeccionamiento que posee nuestro sindicato y sobre el instituto Superior de la carrera administrativa, que funciona por acuerdo entre el Ejecutivo y SUTECBA…¿Cómo se enteraron a las dos semanas de haber asumido, y sin haber avanzado en gestión interna y externa que la gente que echaban no estaba capacitada.
De cara a esta realidad nos vemos obligados a entender que este comportamiento autoritario, caprichoso y expulsivo, que se canaliza verborragicamente a través de un jefe de gabinete de discurso confuso y luces tenues, esta mas fundado en la prisa y la desorientación que en motivos de peso, salvo que el mismo enmascare el resguardo de los verdaderos ñoquis, aquellos que suelen ser clientela del partido gobernante y de sus eventuales aliados,….a esos no se los toca,….. de eso no se habla.
Como fieles custodios de la democracia no dudamos de la legitimidad que invistió el triunfo en las urnas del actual jefe de Gobierno, no obstante, debemos señalar, para que lo tengamos siempre presente, que el poder tiene dos instancias de legitimidad: la de su origen y la de su ejercicio.
La legitimidad de origen puede perder muy pronto su valor cuando el ejercicio efectivo de ese poder, por abusivo, por carecer de sensibilidad social, por defraudar a sus mandantes, por soberbia y prepotencia se torna definitivamente ilegitimo.
No solo como dirigentes sociales, sino también como ciudadanos, creemos que la gente no voto al PRO para que este, como gobierno quebrara el principio de equidad y libre acceso al sistema publico de salud, para que aprobara un incremento desmesurado, apresurado y sin sustento técnico del impuesto inmobiliario, ni tampoco para que contribuyera al aumento de la tasa de desocupación, con todo lo que ello implica.
Advertimos que estas medidas solo pueden ser explicadas como producto de un error inducido a partir de una lectura equivocada de la realidad o, en el peor de los casos, por un exceso de arrogancia que lleva a desentenderse por la suerte de los otros…
Una ultima reflexión, efectuada con el animo de convocar a las autoridades a un dialogo franco y abierto, que ayude a allanar las diferencias y a reparar lo dañado a fin de evitar consecuencias irreversibles.
Cuando consentimos que la sospecha se transforme en causa suficiente para tomar medidas drásticas como, por ejemplo, decidir sobre la vida, el trabajo, la dignidad o el patrimonio de los otros, estamos comenzando a cavar el pozo donde enterraremos a la Ley, a la convivencia y a la propia democracia.
Esto ya nos paso. Tenemos el deber irrenunciable, todos los sectores de la sociedad, de impedir que esa historia se repita.
Si no eliminamos a la sospecha como motivo de condena, si no somos solidarios con aquel que es avasallado solo por presunción, no podremos reclamar justicia ni pedir ayuda el día que, inexorablemente, también vengan por nosotros, simplemente por ser considerados sospechosos.
Queremos informar a la opinión pública que las medidas de fuerza adoptadas por esta organización garantizan la prestación de los servicios de emergencia y guardias hospitalarias. Asimismo, ante versiones mal intencionadas de algunos funcionarios, aclaramos que, la apertura de las colonias de verano es absoluta responsabilidad del poder administrador, siendo ajena a este conflicto.
NI UN SOLO CESANTE
UNA SOLA LUCHA
UN SOLO GREMIO
Amadeo N. Genta
Secretario General
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